Tuesday, July 8, 2008

Visitas incómodas

Cuando te hartas de aquel fallido amor que a la menor provocación se cambia de nombre (se pone pedo) y no deja de llamar a tu casa la solución es descolgar el teléfono, hasta que el malquerido se canse; cuando te llegan e-mails de esa persona indeseable simplemente bloqueas su dirección o lo marcas como spam.
Pero cuando un amigo en su desventura trata de hacerte participe de su dolor contándote su pena, ¿llamas a la policía?
Aparentemente esta fue la única opción para una alemana de 48 años quien, tras 30 horas de conversación endulzada con las mieles de la vid, pidió a la policía se llevara a su "amigo"; aunque en su favor hemos de decir que primero llamó a una ambulancia que pese al estado de la visita no quiso llevárselo.
El suceso tuvo lugar en Espira (Speyer), una ciudad al oeste de Alemania de 50 mil habitantes que se rigen por sus propias leyes, aunque evidentemente hay asuntos que competen al poder central.
Así que la próxima vez que tu anfritión te diga que le dio mucho gusto verte y empiece a barrer, no hagas caso omiso y empieza a despedirte, de otra manera podrías acabar en los separos con la gorda de la narcotiendita y uno que otro apenas crudo.