En un reciente estudio aplicado en Canadá se descubrió que los niños que ven la televisión mientras almuerzan ingieren en promedio 228 calorías más que aquellos que comen sin encenderla.
Harvey Anderson, nutriólogo de la Universidad de Toronto y autor del estudio en cuestión, indicó que "ver televisión mecánicamente nos hace comer mecánicamente" lo que nubla nuestro juicio sobre cuando dejar de comer.
Si siempre ha habido retractores de la llamada "Caja Idiota", esto podrá levantar movimientos en su contra pues es bien sabido que además de contribuir a la sedenterización de la vida moderna, la televisión además reduce nuestras capacidades creativas y en cierta medida nos trata como débiles mentales según el contenido de sus programas.
Así que la próxima vez que planees remojar tu concha en chocolate mientras ves "Yo quiero ser Pedro Infante" con los panaderitos Reyes, piensa si vale la pena apagar la tele no vaya a ser que entre capítulo y capítulo terminen requiriéndote para sustituir a Ruben Cerda en algún programa de revista (antes del bypass gástrico, claro).
