Monday, July 14, 2008

Tan malo, tan malo...

En la antigua Roma existía un camino llamado "vía salaria" que corría de las salitreras situadas en la ciudad costera de Ostia hasta la capital el Imperio; a los soldados que vigilaban esta ruta se les pagaba con sal, a este pago se le conocía como salarium argentum, es decir agregado de sal lo que después, derivaría en el término salario.
Pues sí, esa retribución que todos esperamos ansiosamente es mi preocupación del día de hoy, porque aún cuando se autorizó un aumento desde el mes de febrero en mi empresa apenas el mes pasado se dignaron ajustar las cuentas, por supuesto incluyendo el retroactivo del jugosísimo 4 por ciento.
El caso es que hoy, cuando entusiasmado recibía el comprobante por el pago a mi tan ardua labor (je, je... en otra ocasión discutiremos eso), que oportunamente había calculado y destinado a variados fines, me di cuenta de que el mentadísimo aumento es sólo una fantasía.
Evidentemente, yo estaba esperando el equivalente a 4% de mi salario pero entre los impuestos, el sindicato y el fondo de ahorro, que sí aumentaron sus cuotas, yo me quedé con mi con unos pocos (muy pocos, poquísimos) pesos extra de lo que acostumbraba recibir... digamos el 0.5%...
Finalmente, cuando hube ajustado mis cuentas y reflexionado sobre lo efímero de los bienes materiales, me resigno ahora a buscar un plato y una cuchara de peltre (muy a la usanza de 1930) para emular aquella famosa foto con un cartel en mi pecho que diga "Me alquilo por un plato de sopa".