Wednesday, July 16, 2008

El macabro destino

La Ley de Solidaridad con la Víctimas del Terrorismo fue promulgada en España en 1999, de acuerdo a ésta quien cometa un atentado terrorista tiene la obligación de indemnizar a la víctima y sus familiares, en caso de declararse insolvente el estado asumirá la responsabilidad, razón por la cual se han erogado 430 millones de Euros para víctimas entre 1975 y 2006, los etarras sólo han cubierto 12,000 Euros.
Felizmente, esta semana se han subastado los bienes que posteriores al su delito ha conseguido Kándido Aspiazu Beristain, consistentes en la mitad de una vidriería que paradójicamente montó debajo de donde vive la viuda de Ramón Blagietto, su víctima. Pero si esto resulta novelesco habría que revisar la historia completa en la que la casualidad ha tejido una red de dolorisísimas coincidencias.
El evento principal se desarrolla en el año de 1962, María Nieves Beristain paseaba con sus dos hijos, José Manuel de 2 años, y Kándido de sólo 11 meses; al otro lado de la acera desde la vidriera de la mueblería de la familia, el joven Ramón reconoce en ella a la esposa de un carpintero conocido.
José Manuel jugaba alrededor de su madre con una pelota, cuando se echa a correr sobre la carretera sin darse cuenta de que un camión viene a cortarle el paso y también la existencia. Ramón, de 20 años y soltero entonces, se percata de la situación y corre en auxilio de la asustada madre que se lanza a la ruta del vehículo sólo para morir junto con su primogénito.
Ramón ha quedado con el pequeño Kándido en brazos, sin saber que ha librado de la muerte al ser que 18 años más tarde, en 1980 lo ultimaría sin piedad propinándole el tiro de gracia.
Para rematar, el golpe en que Baglietto perdería la vida fue ordenado por su propio primo, el entonces número 2 de ETA, Eugenio Etxebeste, Antxon.