Friday, June 20, 2008

Marca Registrada

Aunque frecuentemente nuestra habilidad lingüística no nos dé sino para decir "pásame la desa del deste", nuevas palabras se integran cada día a nuestro vocabulario, especialmente nombres de objetos "nuevos".
A lo mejor no nuevos, pero sí que requieren de una nueva denominación puesto que sus características así lo denotan. Sin embargo otra gran fuente de vocabulario son las marcas; sería engorroso que tu mamá a las seis de la mañana te despertara para que fueras por un "pan de caja" en vez de por un Bimbo o, cuando te duele la cabeza, tomarte un ácido acetilsalicílico en vez de una Aspirina, ¿verdad?
El caso es que las marcas hacen, en cierta medida, más fácil referirnos específicamente a un objeto en particular que finalmente es uno de los objetivos del lenguaje, ser efectivo.
Lo mismo pasa con las personas, si yo les contara de las larga lista de éxitos de una cantante rubia a fuerzas que emite sonidos entrecortados y cuya fotografía aparece junto a la definición de naco en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, no valdría presentarles a Rebeca Valderrama. ¡Eso no tiene caché! Por este motivo a algún ingeniosos ejecutivo se le ocurrió bautizarla como Laura León, pa'que sonara bonito.
Otro ejemplo nos lo da el cotizado galán de telenovela con cortinas de pelo, que renegó de los favores que un santo le hiciera a su madrecita y dejo de lado el Luis Alberto Lòpez Ayala que dice su acta de nacimiento para ser conocido en el bajo mundo como: Valentino Lanus.
Aunque hay que aceptar que hay quien se cambia el nombre por economía, como la protagonista de eternos mercados de lágrimas quien en un arranque de creatividad eliminó muchos de los elementos de su rimbobante nombre, Victoria Eugenia Guadalupe Martínez del Río Moreno, para que en su homenaje en vida del programa "Muévete", Maribel Guardia pudiera presentarla como Victoria Ruffo.
Lo cierto es que llevo un par de días con la cabeza hecha trizas, pues por más que pienso no halló el mote con que, cuando la revolución me haga justicia, me gustaría ser conocido. Pero una cosa es verdad, no sería Luis porque en este país gritas ese nombre y hasta los perros voltean.