Monday, June 9, 2008

Información y Superstición

Se dice que vivimos en la era de la información, si primero fue la agricultura y luego la industria, el día de hoy la información significa la herramienta fundamental con la que podremos tener un lugar en la civilización futura. Bajo esta premisa es natural que la ciencia avance a pasos agigantados para solucionar nuestras preguntas, sin embargo al dilucidar estos enigmas genera un número exponencial de interrogantes que indagan incluso sobre la existencia misma.

Es normal que tanta información tenga un efecto contrario, “sólo sé que no sé nada” diría el filósofo; es entonces que nuestra mente recurre a los mitos en pos de validar su propia subsistencia. Esta es mi manera de justificarme por el arrebato del viernes pasado.

Pero en un sentido más amplio, si no podemos estar realmente seguros de ninguna cosa nuestra mejor salida es aferrarnos a la fe. Aunque toda fe sea rebatible.

Pero los mitos antiguos tienen una estrecha relación con la ciencia, dado que el principio básico de ambos es la observación; por tanto no debe ser mal visto tener en nuestra escala cognitiva a nuestros ancestros milenarios como los proveedores de conocimiento, al fin de cuenta no tenían anestesiados sus sentidos con la televisión.