Amado Lector:
Como ya te habrás acostumbrado, no sólo te hablo de mis desventuras: hoy te voy a presentar a Eduardo, un gringo de años que todos los días carga una cruz de más de 30 kilos para anunciar que Dios vendrá a México "a derrotar a los malos".
Los destinatarios de su mensaje son el Ejército y los policías, pero más de 100 mil personas han escuchado su palabras en las aproximadamente cien ciudades mexicanas que ha visitado.
Aunque habla poco español, han pasado dos largos años desde que Jesús en una "aparición divina" le dio la encomienda en Roma, Texas. Y pese a lo que se piense, este gringo de barba y cabello cano aún conserva sus facultades mentales.
Igualito al cuate que me topé el otro día en el metro, que con una biblia en la mano insistía sobre dos líneas que se memorizó mientras imitaba los ademanes de un predicador afroamericano, con la salvedad de que el coro de gospel era una mochila con bocina de la mafia de vagoneros que reproducía la melodía de "la del moño colorado...".
En un ejercicio puramente científico, dispongo mi equipaje para encontrar a Eduardo en Nuevo Laredo, donde lo entrevistó AFP el sábado, y verificar si a la voz de "run, Eduardo, run..." pega la carrera y no volvemos a saber de él.
