Esta mañana, la agencia France Press difundió el fallo de un juzgado de Cuernavaca en el que se sentenció a Edgar Rubio Corazón por "comercializar de forma ilegal música, películas y series de televisión a través de internet" en un acto categorizado como "sin precedente en Ámerica Latina" por la Asociación Protectora de Cine y Música de México.
Rubio tendrá que pagar una condena de seis años y seis meses, además de 9,000 días de salario mínimo. Merecido pensarán muchos, y no es justo ni moral lucrar con la propiedad intelectual de otros, sin embargo siempre hay atenuantes para este crimen de todos.
Es claro que vivimos en una sociedad globalizada, disfrutamos de los mismos productos que en Helsinki con sólo estirar la mano a través de nuestro monitor, somos partícipes de los movimientos globales y atendemos a las tendencias más recientes del orbe; todo esto con una abismal diferencia en nuestro nivel de ingresos.
En los países del primer mundo(sic), el ingreso de la población es en promedio cinco veces superior al nuestro (44, 970 contra 7,870 USD); tomando en cuenta que vivimos en un país de desigualdades aterradoras y que evidentemente es muy alto el porcentaje de mexicanos que vivimos por debajo de la media.
Entonces como podemos darnos el lujo de subirnos al tren de la tecnología con un salario mínimo de 52.59 pesos(5.6USD) si los precios de los discos, dvd's, programas informáticos, etc. son mundiales, y muchas veces tenemos que pagarlos incluso más caros por cuestiones de transporte e impuestos.
Tú que te sientes como rata cuando vas a comprar el disco de Luismi junto a la señora de los jitomates, si ganaras 5 veces tu sueldo, ¿no comprarías el original?
