Tuesday, May 27, 2008

La Razón sobre la fe

Hace unos días se cumplió un año de la aprobación en la Ciudad de México de una ley que despenaliza el aborto por cualquier motivo, anteriormente sólo se permitía cuando la vida de la madre estaba en peligro o en caso de violación. A este respecto las diócesis católicas alrededor de la república han empezado una cruzada contra este tipo de iniciativa, defendiendo lo que ellos llaman "el derecho a la vida desde la concepción".

Es en estos casos cuando uno reniega de la fe en que fue educado. Es obvio que nadie está a favor del aborto, es idiota pensar en él como una práctica deseable. Vamos, no hay mujer que se embarace con único fin de abortar. ¿Cierto?

Sin embargo, se debe garantizar que quien así lo decida tenga los medios lícitos para poder llevar a cabo un aborto de manera segura, salubre y digna. Las razones son discutibles en todos los casos pero es bien cierto que cada persona tiene el derecho a decidir sobre su cuerpo y el rollo de la chispa divina que se genera cuando un espermatozoide fecunda a un óvulo está demás.

En una sociedad incluyente, como queremos que ésta sea, no se puede alegar las creencias de una parte de la sociedad (así sea la mayoría) como fundamento para coartar la libertad de otros y mucho menos la garantía de preservar la vida propia. Es inevitable que el aborto exista, por lo que si se debe realizar tiene que ser bajo las mejores circunstancias posibles.

Me sorprende que no quieran poner de moda atuendos al estilo del Ku Klux Klan.