Friday, May 9, 2008

La bruja de...


Nunca fui adepto a los programas de chespirito, sin embargo adquirió el atractivo de lo prohibido cuando "mi mamá" en un fallido intento por recuperar la autoridad familiar, y sólo después de que mi hermana mayor le contestara a uno de sus regaños con "ta-ta-ta-tá", vetó de por vida al celebérrimo autor.
Ya de grande cuando televisa se convirtió en "chavovisión" llegué a ver un par de capítulos y quedé convencido que mi mamá lo hizo por mi bien y de sus daugthers, aunque la autoridad nuca la recuperó.
Ya en tono de confidencia, les he confesar que la única vez que quisé atentar contra mi vida fue la vez que ví el chavo animado, era increíble que se pudiera destrozar lo que ya era imposible empeorar.
Lo cierto es que, sin duda, Gomez Bolaños y su séquito han dejado huella honda en la idiosincracia mexicana. Chequen nada más el sombrerito a lo angelines fernández que nuestro presidente vistió el pasado 28 de abril; la foto viene de las galerías de presidencia y tiene sólo fin ilustrativo, no vayan a creer que uno se atreve a jugar con algo de tal envergadura.