Friday, July 25, 2008

Vida Privada

Entre mi mamá y yo tenemos un juego privado, cuando sale un actor en la tele que no sea suficientemente conocido siempre le digo: "¡mira, tal!" (entiéndase por "tal" el nombre de un personaje que haya interpretado anteriormente); entonces mientras hace memoria se empieza a dibujar una sonrisa en su rostro que denota el conocimiento de que este juego sólo con la convivencia tiene algún sentido.
Creo que no había comentado que mi mamá tiene dos adicciones serias, la primera son las telenovelas; la otra los programas de chismes. Gracias a esta manía materna es que me mantengo informado aunque cada vez le dedico menos horas voluntariamente a la televisión.
Y como la enchilada que ahora se está cocinando me indigna en sobremanera, tendrá que soplarse "La increíble y triste historia de Frida Sofía y la oreja desalmada".
Verde me puse cuando me enteré de los actos de lesa madurez, que la hija de laGuzmán cometió y habían quedado registrados en la memoria de una cámara, y por desgracia en la de muchos entusiastas de lo lésbico y las chicas que aún no son cancha legal, todo en uno.
Amarillo fue el tono de mi faz, cuando escuché los comentarios que todos los postdoctorados del chacaleo de espectáculos no se aguantaron vomitar; y morado al momento que me percaté de que nadie de su familia tenía el mínimo argumento para defenderla.
Yo que me precio de ser inepto, estoy claro de que Frida Sofía no es una artista, nunca ha trabajado en nada referente a los medios, y por tanto, aunque este emparentada con celebridades ella mantiene su derecho a la vida privada; como si eso fuera poco también es menor de edad y como tal no puede tomarse ninguna imagen y mucho menos publicarla sin el permiso de sus padres y tutores puesto que se corre el riesgo de incurrir en un delito.
Ni siquiera estoy diciendo que toda esa fauna televisiva haya dicho una mentira, pero sin duda están invadiendo la intimidad de una menor. No sé si lo han notado pero en la televisión extranjera cuando vas a transmitir un video en el que alguien que no dio su consentimiento para aparecer distorsionan la imagen para no invadir su espacio; eso sería mucho pedir para nuestro corrompidos medios y el olmo dará peras el día que dejen de emitir juicios de valor, primera lección en la carrera de periodismo.