Monday, June 29, 2009

El trabajo sucio


En alguna ocasión ya hablé de la perra del mal, aduciendo que su única virtud era la de cuasi articular la palabra mamá. No me dejarán mentir, su aspecto es demoniaco.
Independientemente hace otras gracias por las que sólo me limitaré a decir que es necesario un equipo descomunal de limpieza para deshacerse de ellas. Enfrascado en la no tan noble misión, descubrí el enojo del canino puesto quie se resistía a que yo ultimará los frutos de sus intestinos; a manera de humillación mordía jerga y jalador con voluntad de acero.
Aquí la fehaciente prueba:
Siempre en busca de una mejora económica, me dispongo a contactar a El Chombo a ver si juntos componemos una canción que marque a una generación: "El perro trapeador".